La mujer, clave en la configuración social

Josemaría Escrivá alentó a la mujer a participar en los aspectos más variados de la vida social y política. A su juicio, la presencia de la mujer en el conjunto de la vida social es un fenómeno lógico y totalmente positivo.

Josemaría Escrivá alentó la participación activa de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad

Estas son las conclusiones que expuso la profesora irlandesa Kathleen Purcell en un coloquio celebrado en Torreciudad sobre "Textos del beato Escrivá acerca de la mujer".

Kathleen Purcell ha vivido 26 años en Japón, adonde llegó en 1960 tras pedírselo el beato Josemaría. "No lo dudé y fuimos a empezar el trabajo apostólico con la sugerencia clarísima del beato de ser una más en mi nuevo país, sin ser quiste. Nos dijo que rezaba mucho por nuestra tarea, que calificaba de tarea de almas". Purcell se trasladó a Japón con otras mujeres de España, Estados Unidos y Paraguay "a vivir una aventura de vértigo, apasionante".

Junto a Purcell, participaron en esta jornada otras ponentes como Concha Durán, bióloga en la Confederación Hidrográfica del Ebro; la profesora Blanca Abadía Jordana; las abogadas María Marcé y Carmen Acha; y las médicos Carmen Coll Gilabert y María Veras, odontóloga.

La doctora Coll Gilabert recordó que 'Camino', libro de espiritualidad escrito por Josemaría Escrivá, le ayudo "a seguir adelante en mis estudios de Medicina, duros al comienzo. Tenía copiado sobre la mesa, bien visible, el punto 332: 'Al que pueda ser sabio (yo escribí: médico), no le perdonamos que no lo sea'. Aquella frase tenía poder mágico: me sujetaba a la silla y me pegaba los codos a la mesa...".

María Marcé y Carmen Acha calificaron de "pioneras" unas palabras del beato Josemaría que formuló en 1964: "Una sociedad moderna, democrática ha de reconocer a la mujer su derecho a tomar parte activa en la vida política y ha de crear las condiciones favorables para que ejerciten ese derecho todas las que lo deseen".

En el coloquio celebrado en el santuario mariano se trataron otras cuestiones, como felicidad conyugal, liderazgo social, servicio, feminidad y familia.

Blanca Abadía, licenciada en Historia, se refirió a la utilidad de las enseñanzas del beato aragonés sobre la familia, y afirmó que "animaba a participar en la sociedad tanto desde la vida familiar como desde las distintas profesiones".

Paula María Veras, que trabaja en una clínica dental de Zaragoza, dijo que "conocer al beato me llevó a ver y a hacer de mi trabajo un segundo hogar, disfrutando al realizarla y al convivir con mis compañeros, también al atender a mis pacientes, prestándoles un servicio que intento hacer con la mayor rectitud posible".

La abogada Carmen Acha López recordó que las homilías de Josemaría Escrivá "me abrieron una puerta hasta entonces cerrada: el sentido del más allá. No hablo de escatología, sino de sentido de responsabilidad: los demás dependen también de nosotros".

Por último, Concha Durán habló del "gran protagonismo y misión fundamental que el beato daba a la mujer en la configuración social, especialmente en la legislación familiar o social".