Jaén y Ucrania

Hace poco más de un año que visitó Jaén el arzobispo católico de rito latino de Kiev-Zhitomir (Ucrania), Petro Malchuk. Había nacido en 1965 en Slobozia-Rascov, RSS de Moldavia. Falleció en Grodno, Bielorrusia, el pasado día 27 de mayo, a los 51 años, de un ataque al corazón.

Carta al director en el Diario Jaén

Se encontraba participando en un congreso eucarístico en Bielorrusia. Durante su breve estancia en Andalucía estuvo acompañado por su secretario, el sacerdote Mateus Zadamski y por el vicario regional del Opus Dei en Rusia, el sacerdote jiennense José Antonio Senovilla.

Aprovechando su estancia en Jaén participó en los actos del V Centenario de la Fundación de la Capilla de San Andrés y mantuvo diversos encuentros con el obispo, sacerdotes y laicos.

En la Sala Capitular de la Catedral firmó en el libro de honor. Visitó Úbeda y Baeza y con un nutrido grupo de sacerdotes de la diócesis celebró la fiesta de San Juan de Ávila, y les comentó que “Para mí reunirme con el obispo y los sacerdotes de otra diócesis —y con estas, que son muy distantes geográficamente— aumenta la visión de la universalidad de la Iglesia, y en este momento, es un consuelo y un apoyo para llevar la carga que tengo sobre mis hombros”.

También se desplazó a Granada para participar en distintas reuniones con estudiantes universitarios. En Granada manifestó su deseo de “estar presente en la celebración con motivo de la fiesta del Beato Álvaro. Me une una gran simpatía la figura de este Beato que ha sabido llevar el mensaje del Opus Dei a los países del Este de Europa”.

Fue entrevistado por distintos medios de comunicación de Jaén y Granada a los que expresó que “son momentos duros para los cristianos de muchos países: Siria, Irak, Nigeria. (Sin embargo) Nada malo debe brotar del corazón de un hombre religioso y cuando brota no es fruto de su religiosidad, sino de su maldad”. Por eso “si luchamos por ser mejores, en la sociedad brotará la justicia” y recordó que “he venido a pedir oraciones en todos los rincones. Confío en la oración de la Iglesia de Andalucía para que la paz retorne pronto a nuestro país, y que pronto veamos que mejora la convivencia entre los pueblos y que el odio y el rencor se disipen como la niebla”.

En Jaén, Granada y Madrid quiso repetir la Consagración de Ucrania al Corazón Dulcísimo de María y comentó “estoy seguro que el Beato Álvaro del Portillo con un corazón muy universal, nos ayudará con sumo agrado”. Descanse en paz y que las personas y lugares por donde estuvo y trabajó se puedan beneficiar de sus deseos y de su plegaria desde el cielo.