«Hasta que no fichó Chus por el Barça, mi padre decía que yo jugaba mejor que él»

Gonzalo y Jesús, los hijos de Isidoro, comenzaron a practicar el fútbol en serio en el colegio San José. De conceptos balompédicos parecidos, el mayor se ordenó sacerdote en 1975, aunque siguió disputando partidillos contra su hermano, y eso que este ya militaba en el Real Valladolid, luego fue al Rayo Vallecano, Barcelona, Atlético y llegó a ser internacional. «Cuando le vi jugar, observé que me había copiado el estilo», remacha.