Entrevista con el postulador de la causa del fundador del Opus Dei

Quien trabaja cada día con la herencia personal de un santo disfruta más que nadie cada vez que el Papa da un nuevo paso hacia la canonización. Y "aunque el camino no está terminado", monseñor Flavio Capucci, postulador de la causa del beato Josemaría, es en estos momentos un hombre absolutamente feliz. La proclamación del milagro "ha sido una fiesta para toda la Iglesia al unir tres figuras universales: el beato Escrivá, Padre Pío y el indio Juan Diego".

Mons. Flavio Capucci

Monseñor Capucci, de 55 años de edad, doctor en Filosofía y en Teología, conoció personalmente al fundador del Opus Dei y se encarga, desde que se abrió, hace ya veintitrés años, de la causa de canonización. Aun conociendo el cariño de tanta gente por el beato Josemaría, se confesaba "absolutamente impresionado por el entusiasmo con que la proclamación del milagro ha sido acogida en todo el mundo. La prensa italiana lo festeja como un santo italiano y la misma 'adopción' hemos visto en tantos otros países donde trabaja el Opus Dei. Ha cambiado completamente el clima respecto al que produjo la beatificación: en estos momentos no quedan sombras de duda y hay sólo ecos satisfechos.

Devoción al beato

-¿A qué puede deberse, en su opinión, ese impactante cambio en la actitud con que la gente ha recibido esta noticia?

-La devoción al beato Josemaría se ha extendido mucho por todo el mundo desde 1992. Pero, sobre todo, el reconocimiento de un nuevo milagro por parte del Papa anuncia que con la canonización, se declarará a una persona patrimonio de toda la Iglesia. La acogida ha sido calurosa. Por todas partes se considera al beato Escrivá de Balaguer como un ejemplo de santidad actualísima, un promotor de la santidad para el día de hoy. Además, el anuncio ha sido una fiesta para toda la Iglesia al unir tres figuras sin ninguna duda universales: el beato Escrivá de Balaguer, el Padre Pío y el indio Juan Diego. Aquí en Italia hemos visto la alegría de personajes muy populares, desde el empresario Cesare Romiti, a la actriz Monica Vitti o el entrenador Giovanni Trapattoni.

-¿Cuáles son los próximos pasos que se van a dar para la canonización?

-A los dos o tres meses del reconocimiento del milagro suele celebrarse una reunión de cardenales con el Papa. En ese consistorio la Santa Sede comunica qué canonizaciones se van a celebrar y se fijan ya las fechas que el Santo Padre decide para cada ceremonia.

-Entramos, por tanto, en esta recta final. ¿Es posible que se lleguen a revelar datos sobre otros milagros realizados?

-A principios de año se publicará en España, Italia y otros países un libro que reúne 19 curaciones inexplicables atribuidas al beato Josemaría entre las que figura la del doctor Manuel Nevado Ruiz, declarada milagrosa por Juan Pablo II- Son casos de nueve países, incluido algún otro episodio de España. Josep Mas, un jubilado vecino de Cerdanyola, se quedó cojo en 1982 a consecuencia de una fractura. Diez años más tarde, el 17 de mayo de 1992, cuando seguía por televisión la ceremonia de beatificación de Josemaría Escrivá de Balaguer, le pidió intensamente que le curase. En ese momento se levantó y se puso a andar. La sorpresa fue tal en la localidad catalana, donde se conocía bien su cojera, que el ayuntamiento le nombró 'Hombre del año' en 1992.

Treinta y seis curaciones

-¿Cuántas curaciones han presentado a la Santa Sede?

-Hemos entregado 36 con toda la documentación médica, y tenemos ya otras 8 completadas como documentación histórica. Vienen de todos los países donde se ha difundido la Obra y, por tanto, hay varias de España. De las 44 personas beneficiadas hay sólo dos miembros de la Prelatura. En general, son personas ajenas al Opus Dei que, un buen día, reciben información sobre Josemaría Escrivá. Las circunstancias reflejan la estructura de cada sociedad. Predomina la clase media, pero de América Latina, hay muchos casos de gente muy pobre. Recuerdo el de una señora de Venezuela que se encaró con nuestro Fundador y le dijo: "Demuestra que tú no haces favores sólo a los ricos. Hazme uno a mí, que soy negra". Y lo consiguió.

Juan Vicente Boo // ABC