En misas en honor del beato Josemaría (2)

El centenario del nacimiento de Josemaría Escrivá se celebró con numerosas misas en toda España. Algunas de ellas tuvieron lugar en los días siguientes al 9 de enero. Recogemos aquí una selección de declaraciones de obispos que intervinieron en esas celebraciones.

Santiago García Aracil, Obispo de Jaén, en la catedral

"Al recordar el nacimiento del Beato Josemaría en su primer centenario, nos hemos reunido para dar gracias a Dios. El motivo principal es el regalo que con este nacimiento hizo Dios a la humanidad y a la Iglesia. Hace ahora cien años el Señor abrió a la luz una vida que iba a ser mediación para que muchos encontraran su forma peculiar de vivir la fe cristiana dentro de la Iglesia".

Rosendo Álvarez, Obispo de Almería, en la catedral

"Tenemos un doble motivo para esta acción de gracias: el Centenario del nacimiento del Beato Josemaría en Barbastro, el 9 de enero de 1902, y el decreto firmado por el Papa el pasado 20 de diciembre, que abre paso a la próxima canonización.

Lo que celebramos hoy, por tanto, es la Santidad de Dios Uno y Trino, el solo santo y origen de toda santidad, y las maravillas que ha hecho en este elegido que supo responder con la gracia divina, a la vocación a la santidad, y que promovió incesantemente esta santidad, a través de toda la Obra".

Mons. Agustín Cortés, obispo de Ibiza

"Lanzarse dentro del mundo es verdaderamente la intuición más original que propone el Opus Dei, siguiendo la intuición que el fundador lleva a cabo. Lanzarse al mundo significaba coger todo aquello que el mundo o la secularidad tenía de bueno: la profesionalidad, el trabajo, la transformación de este mundo, haciendo caso de todo aquello que en el Génesis era todo un programa de vida. Nos dejó Dios el mundo en nuestras manos y cabe que este mundo por el esfuerzo y la inteligencia, y hasta por la técnica y la ciencia, cambie y se vuelva verdaderamente un lugar de Dios y un lugar verdaderamente humano".

Mons. Ramón Echarren, obispo de Las Palmas de Gran Canaria

"Aquel estupendo sacerdote supo intuir, haciendo una lectura evangélica de los signos de los tiempos, la necesidad que, tanto la Iglesia como la comunidad humana, tenían, de una auténtica obra de Dios, de la definición de un camino nuevo, de espiritualidad y de santificación, que hiciera compatibles una entrega incondicional a Dios con una existencia humana, en la que el creyente en Jesús no perdiera su condición de ser humano inserto en una sociedad concreta, estando en el mundo pero sin ser del mundo".

Mons. Adolfo González Motes, obispo de Ávila, en el santuario de Nª Sª de Sonsoles

"El afán de ganar almas para Cristo motivó la obra apostólica de los grandes pastores de la Iglesia –como el Beato Josemaría-, santos que se lanzaron a la gran aventura misionera y apostólica que les colocó ante el mundo con la vida expropiada y generosamente entregada a los hombres, tan sólo por amor a Cristo".

José María Guix, Obispo de Vic, Basílica de Sta María de Igualada

"Cada santo (al menos la historia lo ha fijado así ) se ha centrado en una palabra. Del Beato Josemaría Escrivá, si hubiésemos de buscar una que le dintinguiera un poco de los demás, probablemente habríamos de buscar el valor del trabajo santificador, santificante, y finalmente el apostolado".

Carmelo Borobia, Obispo de Tarazona-Calatayud, en San Juan el Real (Calatayud)

"Nuestra Eucaristía de hoy es una fiesta jubilar para dar gracias a Dios por la vida del Beato Josemaría, por la enseñanza del Evangelio que nos dejó con su vida, por la ayuda de su intercesión todos los días de nuestra vida. La Obra de Dios nos anima a vivir siempre la santidad y a ejercer el apostolado de los cristianos en medio del mundo, con el norte puesto en Cristo Salvador y Redentor".

José Gea Escolano, Obispo de Mondoñedo-Ferrol

"Hoy no solamente le damos gracias por su nacimiento y por el bien que hizo en la Iglesia, sino porque dentro de poco va a ser canonizado y propuesto a la Iglesia como ejemplo digno de imitar y es un acto definitivo del Papa, en el que está en juego su infalibilidad y aquí no hay marcha atrás, ni hay aquello de que me gusta o no me gusta, de si estoy o no de acuerdo con lo que él hizo, cuando la Iglesia con autoridad nos lo propone como ejemplo y como santo. La santidad, en tiempos pasados, era cosa propia de sacerdotes, de religiosos, de obispos... Ya el beato Escrivá intuyó esa santidad para todos y en la profesión propia".

Antonio Lizcano, vicario de religiosos (Ciudad Real). Misa en la catedral

"El Beato Josemaría ha logrado esculpir en los corazones de una incontable muchedumbre de personas, a lo largo de un siglo –se cumple hoy-, con letras luminosas encendidas en amor..., que tú, y tú, y tú, y yo, y cada uno de nosotros, porque estamos bautizados en Cristo, somos hijos de Dios..."