En el Cielo y con nosotros

Desde su fallecimiento, la fama de santidad de don Álvaro se ha extendido por todo el mundo. Conscientes de que el sucesor de san Josemaría disfruta del abrazo de Dios, muchas personas acuden a su intercesión para pedirle favores espirituales y materiales. Resumimos algunos relatos de los varios centenares que se han recibido ya en la vicepostulación de Madrid.

Posible Síndrome de Edwars

"Una amiga estaba embarazada de su segunda hija. Al quinto mes, los médicos advirtieron que el feto podía padecer el síndrome de Edwars, que produce graves malformaciones anatómicas". Para confirmar esta enfermedad, era necesario realizar unas pruebas médicas que ponían en riesgo la vida del feto. "Di a mi amiga una estampa de don Álvaro y la animé a seguir con el embarazo adelante. Así fue: rechazaron realizar las pruebas, y Dios les premió por su valentía. Hoy la niña tiene un mes y está hecha un cielo". J.A.M.M., de Madrid. Sin quimioterapia

"Hace tres meses a mi hijo se le diagnosticó un tumor. Operado con la máxima urgencia, en la biopsia se confirmó que el tumor era maligno, por lo que precisaría quimioterapia. No cesé de rezar a D. Álvaro para que no fuera necesaria la quimioterapia. Y al final, así ha sido: mi hijo se curó sin ese tratamiento. Atribuyó este favor a D. Álvaro a quien tengo gran devoción". J.L.C.G., de Barcelona. En paro y en proceso de desintoxicación

"En un aniversario del fallecimiento de don Álvaro, invité a mi cuñada a pedirle por uno de sus hijos, que estaba sin trabajo fijo y en la fase final de un proceso de desintoxicación de droga. El favor no se hizo esperar: a la semana siguiente encontré un anuncio en el que se solicitaba un electricista, que es la profesión del chico. Al mes, le hicieron fijo y los médicos le dieron el alta definitiva. Ahora se ha recuperado de la desconfianza e inseguridad que sufren esas personas. Y él también reza a don Álvaro". N.G.P., de Sevilla. Un matrimonio amigo separado

"Un matrimonio amigo se separó hace unos años, y desde entonces he pedido a don Álvaro por su reconciliación. Hace unos días, me llamó mi amigo para decirme que, desde el día de su jubilación, se había reunido con su esposa. Me lo comunicaba porque yo le había dicho en varias ocasiones que rezaba por su matrimonio a don Álvaro". L.F.R.C., de Valencia. Más tiempo para la familia

"Mi hermana casi no conoce el Opus Dei y tampoco es muy practicante. Es enfermera y recientemente quiso cambiar de turno para poder dedicar más tiempo a su familia. Cuando lo planteó a la dirección, le dijeron que había tres personas antes de ella que habían solicitado lo mismo. Le animé a pedírselo a don Álvaro, quien siempre se preocupó de que las personas hiciesen compatibles sus obligaciones familiares y profesionales. A los pocos días me llamó llorando, pues en dos días se incorporaba a su nuevo turno". J.Mª.S.P., de Igualada.