El thriller de un hombre santo

​«En la tierra como en el cielo» (Rialp), no es un libro de oraciones. «Aunque por el título lo pueda parecer», bromeó la escritora Pilar Urbano para romper el hielo de la entrevista que realizó a su autor, Álvaro Sánchez León, ante el auditorio congregado el jueves en el ISEM Fashion Business School de la Universidad de Navarra. «Es el thriller de un hombre santo», continuó la periodista. El de Javier Echevarría, el tercer hombre al frente del Opus Dei, fallecido el 12 de diciembre de 2016 a los 84 años.

La presentación del libro fue un diálogo entre su autor, Álvaro Sánchez, y Pilar Urbano / Álvaro GARCÍA FUENTES

La Razón El thriller de un hombre santo (Descarga en PDF)

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Álvaro Sánchez compuso el libro en tiempo récord –menos de un mes– a partir de 45 entrevistas de personas que convivieron o trataron con él, parientes, amigos, colaboradores como Fernando Ocáriz, prelado del Opus Dei; Carlos Osoro, Cardenal de Madrid; Georg Gänswein, prefecto de la Casa Pontificia y Consuelo Echevarría Rodríguez, su hermana mayor, entre otros. Es, en definitiva, un «collage periodístico» de la vida «de una persona muy humana, muy cercana, con los pies en la tierra y la cabeza en el cielo».

Su autor no quería escribir la historia de «un santo» con el que no sentirse reconocido, por eso empezó el libro dando a conocer la pasión de Javier Echevarría por el tenis: «Era muy de Nadal». Así, «pretendía que los de mi generación, los que van en vaqueros, incluso los que tienen prejuicios, conectaran con él».

Como segundo sucesor de san Josemaría Escrivá de Balaguer, dirigió el Opus desde 1994 hasta 2016 «en continúa unión con Dios». Descrito por los que le conocen como «un hombre de carácter entero, de sentido del humor no exento de cierta ironía, con gran capacidad de trabajo y atención al detalle», tenía, además, un enorme sentido práctico ante los problemas.

En la presentación del libro, se hicieron constantes alusiones a él, no tanto como prelado, sino como «padre» que «bajo ninguna circunstancia deja desamparados a sus hijos». Y con la humildad de pedir perdón cuando se equivocaba «porque tenía su carácter». En este sentido, recordaron como en una conferencia en Paraguay, un técnico de sonido no paraba de trastear con los cables «y don Javier, algo molesto, le reprendió seriamente para que se quedara quieto. Al terminar el acto, recapacitó y pidió disculpas públicamente al técnico, se levantó, atravesó la sala y le abrazó». La historia no acaba ahí, pues el trabajador sintió un revulsivo que le hizo acercarse a Dios: «Don Javier consiguió que se convirtiera».

Con una gran capacidad para acercarse a la gente y ganársela, –«iba mucha gente a comer a su casa y en cada viaje traía decenas de tarjetas de las personas que había conocido», recordó su amiga Pilar Urbano–, Echevarría «fue la persona que le puso rostro al Opus Dei», dijo de él el prefecto de la Casa Pontificia en una entrevista recogida en el libro. Por su parte, Ocáriz destacó que contribuyó al progreso de la sociedad «animando a las personas de la Obra a meterse a fondo en sus profesiones y a santificar el trabajo». Además, «como san Josemaría fomentó cantidad de actividades sociales en distintos ámbitos».

El autor de «En la tierra como en el cielo» concluyó la presentación animando a descubrir al protagonista de su libro –el primero que ha escrito–, asegurando que no cae en la hagiografía. «Muestra los logros y los errores propios de cualquier persona y la trascendencia de la vida de alguien que no se dio importancia y, sin embargo, tiene mucho eco, prioritariamente en la vida de la Iglesia y del Opus Dei».

En la presentación estuvo también el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, como muestra de la amistad que mantuvo con al tercer hombre el frente del Opus Dei: «Fue un gran misionero, quería encontrarse con todos los hombres de todas las condiciones, de todas las latitudes, creyentes y no creyentes».