El Prelado del Opus Dei anima desde Barcelona a vivir la alegría cristiana

Mons. Fernando Ocáriz se ha despedido hoy de la capital catalana tras varios encuentros con miembros del Opus Dei en los que ha animado a transmitir la alegría del Evangelio. Durante estos cuatro días ha saludado a muchas familias, ha visitado personas enfermas, y ha querido estar con la gente que impulsa iniciativas sociales y educativas.

Mons. Fernando Ocáriz con un enfermo de ELA, miembro del Opus Dei.

El prelado, nombrado el pasado mes de enero por el Papa Francisco, ha estado cuatro días en Barcelona, en los que ha hablado de la alegría de la vida cristiana, de construir la Iglesia y de llevar el amor de Dios a toda la sociedad. Esta estancia se inscribe en uno de los primeros viajes pastorales que inició a finales de junio por Europa para estar con fieles y amigos de la prelatura.

Después de visitar al cardenal de Barcelona, Mons. Juan José Omella, ha tenido algunos encuentros con familias, ha visitado personas enfermas, y ha tenido reuniones con miembros del Opus Dei que le han contado sus situaciones personales y le han pedido consejo.

El prelado ha visitado el barrio del Raval de Barcelona para saludar a los voluntarios y responsables de Braval y Terral, que trabajan para dar apoyo socioeducativo a los jóvenes y sus familias. Son entidades que nacieron alrededor de la iglesia de Santa María de Montalegre, confiada a la Prelatura hace 50 años. Allí, Mons. Fernando Ocáriz ha querido rezar ante la tumba del siervo de Dios José María Hernández Garnica, uno de los tres primeros sacerdotes del Opus Dei. También ha rezado en el oratorio de Santa María de Bonaigua, en la cripta de Montse Grases, una joven barcelonesa recientemente proclamada Venerable por Francisco.

Mons. Ocáriz ha visitado algunos centros educativos como Pineda, Xaloc, Canigó y la clínica universitaria de odontología la Universitat Internacional de Catalunya y ha alentado su trabajo a todos los que colaboran con estas iniciativas.

Siguiendo los pasos de San Josemaría en sus numerosas estancias en Barcelona, Mons. Fernando Ocáriz ha querido también a rezar ante la Virgen de la Merced, la patrona de la ciudad.