Ciudades como Valladolid, Oviedo y en León han sido escenario de la presentación del libro “Una luz encendida” cuyas páginas narran la vida de la leonesa Dora del Hoyo, primera numeraria auxiliar del Opus Dei. El autor, Javier Medina Bayo recoge los aspectos de la vida de su protagonista, gracias a los más de 300 testimonios de personas que vivieron a su lado.
Dora era una mujer generosa y con grandes cualidades humanas. En 1946 pidió la admisión en el Opus Dei convirtiéndose en la primera numeraria auxiliar. San Josemaría encontró en ella un gran apoyo para desarrollar algo vital en el Opus Dei: hacer de cada centro una familia, un hogar. Dora consiguió que su trabajo, silencioso y socialmente poco reconocido, cobrara una dimensión nueva: con gran profesionalidad y con un altísimo nivel de exigencia personal. Ella era consciente de que podría hacerse santa cuidando y sirviendo a los demás.
La presentación en Valladolid estuvo organizada por la Asociación Cultural Prados. En la mesa se encontraban Mili Gómez, periodista y empresaria, que actuó como presentadora y moderadora del acto; Rebeca de la Horra, numeraria auxiliar , Técnico especialista en Hostelería y Turismo por el Colegio Alcazarén de Valladolid; y Carmen Villa, funcionaria de la Junta de Castilla y León.
La presentadora del acto destacó el extraordinario trabajo del autor, recopilando testimonios de personas que conocieron a Dora y que, desde su muerte en 2004 hasta la actualidad, han querido reflejar cómo esta sencilla mujer ha influido en sus vidas siendo un auténtico ejemplo de vida.
Por su parte, Rebeca de la Horra resaltó así la personalidad de Dora del Hoyo: “fue una mujer que, con su vida, supo transmitir valores, virtudes e ideales grandes. En ella destacaba su capacidad de amar, de darse a los demás con un grandísimo espíritu de sacrificio.
Trabajó, ininterrumpidamente, hasta pocas semanas antes de su muerte. Fue una persona que vivía su trabajo con alegría, a pesar de las incomodidades, movida por el Amor”.
Carmen Villa destacó la fecundidad de la vida de Dora: “Su existencia ha hecho que el mundo sea mejor. Dora trabajó bien y buscó la perfección en el trabajo, no por propia satisfacción, sino por amor a Dios, consciente del valor transcendente que tenía su trabajo hecho con amor maternal. Dora decía que el mundo se sostiene desde las casas. La auténtica conciliación familia-trabajo está en hacer muy bien el trabajo profesional sin dejar de ser el alma de la familia”.
El pasado 18 de junio Mons. Javier Echevarría, Prelado del Opus Dei, presidió la sesión de apertura del proceso de beatificación y canonización de Salvadora (Dora) del Hoyo Alonso, en el Aula Magna de la Universidad Pontificia de la Santa Cruz, en Roma.
