“Dios es fantástico y me salvó a través de Juan XXIII”

El pediatra dijo que Juan, de cuatro días, iba a morir: tenía una hemorragia cerebral, los pulmones encharcados y las piernas sin circulación. Doña Dolores García, la madre del pequeño, rezó a Juan XXIII, muerto cuatro años antes. Horas más tarde, el niño estaba sano. Juan es hoy sacerdote y explica que su caso es uno de los muchos milagros, por intercesión de Rocalli, que han llevado al Papa Francisco a adelantar su canonización.

José Antonio Méndez

​Alfa y Omega