Covadonga O’Shea: “Si a algo me animó san Josemaría fue a ser positiva y a decir siempre la verdad”

Con motivo de la publicación de sus memorias, entrevistamos a la reconocida periodista Covadonga O’Shea, que tuvo “la enorme suerte de conocer al fundador del Opus Dei”, y que recoge en su libro recuerdos junto a variados personajes que “han dicho algo que valga la pena”.

Covadonga O’Shea en su despacho

En el mundo periodístico de las últimas décadas resuena el nombre de esta mujer, que no abandona nunca la sonrisa, por su destacado trabajo al frente de la revista Telva y la comunicación sobre moda. 

Covadonga O’Shea, que es además numeraria del Opus Dei, nos recibe para hablar sobre su libro de memorias, publicado este año por La Esfera de los Libros, en el que recuerda, entre decenas de entrevistas a personajes que han marcado la historia del siglo XX, sus encuentros con san Josemaría Escrivá.

“Si a algo me animó el fundador de la Obra cada vez que pasé a saludarle a Roma, fue a ser positiva y a decir siempre la verdad”, cuenta Covadonga. Ese empeño por mostrar el atractivo de la vida y a personajes que han dejado un legado positivo al mundo es el que le ha llevado a escribir este libro que ha titulado con una rotunda afirmación: Volvería a vivir; incluso en los días nublados. “Hay partes de la vida difíciles y partes que son una maravilla. Y todas son para dar gracias a Dios. Cuando echo la vista atrás veo cómo cada una de ellas me ha ayudado a ser feliz”, explica.

Y es que en sus páginas recuerda con emoción su infancia en Bilbao, su época universitaria en Navarra o cómo aceptó el reto de empezar una revista femenina en España que estuviera a la altura de las francesas de la época: “La verdad es que yo nunca pensé en trabajar en una revista dirigida a la mujer. En la carrera, que estaba rodeada de chicos, me decían ‘tú escribirás sobre recetas de cocina’, y yo me rebelaba y les contestaba que sería corresponsal de guerra. Pero luego desde la editorial SARPE me pidieron que comenzara Telva y considero que todo lo que he vivido gracias a esta revista ha sido una verdadera aventura”.

Dejarse sorprender

Aunque lejos de sus planes iniciales, Covadonga se embarcó en la dirección de esta emblemática publicación –que tanto le ha enriquecido– porque creía en el proyecto y nunca ha tenido miedo a dejarse sorprender por la realidad. Como cuando decidió ser de la Obra “contra viento y marea”, ya que, como narra en el libro, conoció el Opus Dei entre prejuicios. “Hay que echarse a la espalda los comentarios y tener ganas de conocer de verdad de qué trata la Obra. La gente puede criticarla por diversas razones: porque no conocen, porque no lo entienden, porque alguien le habrá hecho una faena… por lo que sea. Hay que actuar con personalidad, dejar a un lado esas historias y enfrentarse cara a cara con lo que Dios quiere de ti”.

Años más tarde, en el número de noviembre de 1970, la revista Telva, publicó un reportaje con declaraciones de san Josemaría sobre el Opus Dei, a lo que ella añadía: “Es algo realmente sencillo de entender”. En estas páginas, Covadonga escribía: “Algunas veces, después de una larga explicación sobre lo que es la Obra, o sobre lo que no es en absoluto, queda en el aire ese interrogante: el Opus Dei, ¿es algo realmente tan sencillo? Viene de quienes piensan que hay algo más, que una cosa es lo que se dice y otra lo que existe. Lo que ocurre, en el fondo, es que no aceptan, o no entienden, la realidad sobrenatural de algo que viene de Dios”.

A Covadonga, las enseñanzas de san Josemaría Escrivá le ayudaron a encontrar a Dios en sus quehaceres profesionales, en medio de las pasarelas de moda y en sus entrevistas con innumerables diseñadores: “La belleza de las colecciones de modistos como Christian Dior era indudable. En las pasarelas había una belleza, una armonía, una clase a la hora de presentar los diseños… Yo he disfrutado muchísimo trabajando. El mundo de la moda en el siglo XX era muy atractivo”.

El papel de la mujer en la sociedad

Desde Telva no quisieron ceñirse a publicar solo sobre moda femenina: “Cuando empezamos la revista, teníamos mucha ilusión por transmitir que la mujer tiene un sitio en el mundo –un sitio importante en el mundo–, una necesidad de sacar adelante a nuestras familias, a nuestro país, a través de distintas profesiones. Aunque no fui corresponsal de guerra, al final hice la guerra con una revista nueva para la mujer que avanzaba hacia el siglo XXI. ¡Y nos fue muy bien!”.

En esta línea, en Volvería a vivir Covadonga señala que no ha querido hacer “feminismo barato”. Ha querido recordar a tantas mujeres influyentes y con puestos de gran responsabilidad a las que ha entrevistado a lo largo de su vida, como Golda Meir o Margaret Thatcher, que aseguraba en sus conversaciones con la periodista: “Se habla demasiado y se escriben historias de todo tipo sobre la mujer y la política. Nos tendrían que ignorar un poco cuando llegamos a un puesto destacado y dejar que trabajemos, sin publicidad en el terreno de lo anecdótico. Que se nos juzgue por nuestra eficacia o ineficacia, por los resultados de nuestras gestiones, y no por nuestra condición de mujeres. Yo me siento capaz de manejar hechos, datos y estadísticas igual, si no mejor, que cualquier otro miembro del Gabinete”.

Sorprende al lector que, en estas entrevistas a mujeres destacadas, la mayoría señalaba en sus respuestas que su quehacer primordial, antes que el trabajo, era la familia. “Nosotras trabajábamos para un público, unas mujeres, que estaban buscando algo más que moda –cuenta Covadonga– y vimos, a través de las muchísimas cartas que nos llegaban, que estas inquietudes estaban presentes dentro y fuera de España, eran las de mujer en general que quería participar de las cosas que ocurren en su país y en el mundo y, al mismo tiempo, ocuparse de sus familias y de sus hijos”.

Por ese conocimiento que le daba su profesión, ayudó también en la preparación de una serie de preguntas al fundador del Opus Dei sobre el papel de la mujer en la sociedad que aparecen en el libro Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer: “Lo que hicimos para formular las preguntas fue pensar en el porvenir de la gente joven de ese momento, aunque las respuestas de san Josemaría en aquella entrevista siguen teniendo plena validez. Tenía una visión muy clara del papel de la mujer en el mundo, con esa visión de que debemos ser santos y encontrar a Dios en la calle, en las oficinas, en el trabajo, en la familia”.

Confianza de hija

Entre otras experiencias que tuvo con el fundador del Opus Dei, O’Shea rememora alguna anécdota para esta entrevista: “Me acuerdo una de esas veces que, de camino a Milán por trabajo, paré en Roma y noté que san Josemaría estaba preocupado, y sus preocupaciones eran muy serias. Entonces en Milán pasé por una feria donde vendían unos burros de papel y pensé que eso le iba a divertir. Total, que llegué de vuelta a Roma con dos burros graciosísimos y me hizo mucha ilusión presenciar cómo, al ver aquel regalo, se reía a carcajadas. Tuve realmente una confianza de hija con él. Me ayudó mucho a estar muy ilusionada con mi trabajo, que realmente es la base del mensaje que Dios le encomendó, con la vida familiar, con el día a día. En aquellos años de mi juventud aprendí mucho de él”.

Covadonga cuenta también en sus memorias que san Josemaría le ofreció una reliquia de santa Catalina de Siena para que le ayudara a iluminar con la verdad en su trabajo de periodista. Un gesto que le emocionó y un regalo que le acompañó durante años en su despacho, y ahora en su casa: “Le sigo pidiendo ayuda a esta intercesora predilecta de los periodistas, que me salga bien cada cosa que emprendo”.

Son muchas aventuras las que ha emprendido Covadonga a lo largo de sus 85 años, pero siempre con esa actitud alegre que la caracteriza y que ha querido reflejar en el libro: “No todo te sale bien o como tú querías en un principio, pero nunca me ha gustado quedarme en lo negativo. Prefiero fijarme en la parte atractiva de la vida, porque hay tantas cosas por las que vale la pena vivir… Y superar los momentos difíciles también es una gozada. Esta actitud la he heredado de mi madre”.

O'Shea tiene muy claro que volvería a vivirlo todo, que rebobinaría para volver disfrutar de las luces de su vida sin esquivar las sombras. Por eso a los lectores nos deja “un libro escrito con alma, vida y corazón, pensado para que la gente lo pase bien y para que conozcan las historias de otros que han hecho mucho bien en el mundo”.