Compartir tradiciones, acoger inmigrantes

En la parroquia de San Caetano, en Santiago de Compostela, por iniciativa del párroco, D. Víctor, los segundos sábados de cada mes, se convoca un encuentro de inmigrantes, con la finalidad principal de sostenerlos en su fe

Parroquia de San Caetano

D. Víctor nos pidió colaboración a Lucila, cooperadora del Opus Dei, y a mí, Meli, que soy numeraria auxiliar. Yo pedí ayuda a María Elena que es numeraria auxiliar como yo. Diversas instituciones donde acuden a buscar trabajo les informan también de estas actividades. Lucila tiene 86 años y es quien lleva el peso de los preparativos: manteles, flores... no se olvida de un detalle.

El sacerdote les habla sobre los sacramentos, la Iglesia, la familia. A continuación participamos en la Misa y terminamos con una tertulia en la que cada uno aporta algún dulce o algo propio de su tierra. Nos solemos juntar unas treinta personas en los encuentros ordinarios. Si celebramos algo especial aumenta el número hasta medio centenar.

La gracia del matrimonio

Con este motivo ha habido bodas, bautizos, primeras comuniones... Lela vino al encuentro de las familias con unas amigas que acuden habitualmente a las reuniones diciendo que se quería casar. El que hoy es su marido viajó a Paraguay para buscar las partidas de Bautismo y Confirmación, pero volvió solamente con las suyas: no consiguió las de Lela. Ella recordaba que le habían dicho que había recibido el agua de socorro porque no había sacerdotes en el pueblo donde vivía. La preparación fue difícil porque además de los problemas burocráticos había que dar a Lela la formación necesaria para el Bautismo, Comunión y Confirmación, -sacramentos que recibió la víspera de la boda-, y disponían de poco tiempo, que suplieron con mucho esfuerzo asistiendo a todas las clases de formación previstas.

La ceremonia tuvo lugar en la capilla de Guadalupe; estaba muy bonita, todos colaboraron de alguna manera, unos aportaron las flores, las amigas le regalaron el ramo, otros los pendientes... y entre todos se preparó la merienda. Su hijo mayor, de 14 años, fue quien pidió a sus padres que se casasen; tienen además dos niñas de 8 y 6 años respectivamente, que frecuentan un club de bachilleres. Actualmente se mantienen en contacto con el grupo aunque no asisten a los encuentros porque no es compatible con sus horarios de trabajo.

La boda de Alex fue la primera que ayudé a preparar, por lo que tengo un recuerdo especial. Los trámites fueron mucho más fáciles porque tenía todos los papeles y los hijos eran mayores y les ayudaron mucho. Decidieron casarse porque, como consecuencia de la formación que iban recibiendo, se dieron cuenta de que les faltaba la gracia del sacramento.

Tenían el deseo de casarse como si se acabaran de conocer. El padre de Alex le envió desde Ecuador con mucha ilusión el traje de la boda. Son muchos hermanos y todos asistieron a la ceremonia, vinieron desde Barcelona, Valencia... solo faltó una hermana que vive en Ecuador. Alex y Stalin -su marido- tienen mucha devoción a la Virgen de Guadalupe y allí bautizan a los nietos que van naciendo. Preparamos la celebración entre todos con tarta nupcial incluida. Por supuesto, también asistimos a la boda María Elena, Lucila y yo.

Además de estos sacramentos que suponen una ocasión especial, pueden recibir siempre que quieran el sacramento de la penitencia y tienen dirección espiritual todos aquellos que lo desean.

Todos los años peregrinamos a Fátima como preparación para la Navidad. Este viaje es una convivencia itinerante, en la que se acrecienta la amistad y se comparte todo, incluso las experiencias personales: favores recibidos de la Virgen, testimonios interesantes, etc. En mayo hacemos romería a la Virgen: hemos ido a la Virgen de la Roca, a la Virgen de la Barca, a Covadonga... También hemos peregrinado en septiembre a Lourdes haciendo escala en Zaragoza y en Torreciudad y a la vuelta en Covadonga.

Una imagen de la Virgen de cada país

Celebramos también la fiesta propia del país de cada uno de los inmigrantes que forman parte de este grupo de amigos con la participación en la Santa Misa, en la que canta el coro que ellos forman, y procesión de la Virgen que se venera en su país, pues en la capilla de Guadalupe hay una imagen de cada una de ellas: tenemos la Virgen de Paraguay, Ecuador, Brasil, Argentina, Venezuela, México y la Virgen del Pilar, por supuesto. Estas imágenes las han ido trayendo ellos para celebrar su fiesta.

En la capilla hay también un cuadro de san Josemaría , a quien acuden en sus necesidades. A Cristina le ha concedido varios favores y en el último viaje que hizo a Paraguay se llevó estampas con su imagen y la oración para distribuir entre su familia y amistades.

En este año 2010 mantenemos las actividades habituales: encuentro de los segundos sábados de mes, celebraciones especiales, también de las fiestas de la Obra y, no podía faltar la previsión de hacer el Camino de Santiago, en familia y por etapas, para ganar el jubileo del año santo compostelano.