Cardenal Osoro: «Escrivá de Balaguer destacó por su amor entrañable a la Iglesia»

Este lunes, 26 de junio, el cardenal arzobispo de Madrid, Carlos Osoro, presidió la Eucaristía celebrada con motivo de la festividad litúrgica de san Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, en la catedral de Santa María la Real de la Almudena.

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El prelado, durante la homilía y al hilo de las palabras del fundador de la Obra, animó a los presentes a «ser útiles y dejar poso», así como a «desterrar la mediocridad y la superficilidad» por no pertenecer a la identidad cristiana. Como san Josemaría, reclamó «valentía y confianza para cambiar la tierra».

La Palabra de Dios, dijo, «nos da las claves desde las cuales no solamente vivió san Josemaría, sino que hoy él nos regala en esta celebración». El Señor revela que «trabajemos esta tierra» y «nos ha configurado con Jesucristo para que trabajemos en este mundo y transformemos esta tierra, como un hogar, en una casa común».

El valor santificador del trabajo

Haciendo un recorrido por la vida y obras de Escrivá de Balaguer, destacó del mismo su «amor entrañable a la Iglesia» y su «fidelidad a Cristo para difundir el valor santificador del trabajo». San Josemaría nos invita a «vivir en el trabajo cotidiano, sirviendo con amor ardiente la obra de la redención». Fiel a esa promesa, «el Señor nos dice que somos hermanos y no podemos estar en división, porque somos una familia». Y «sin Dios no sabemos quienes somos nosotros, estamos perdidos en este mundo y en esta tierra». Sin su fuerza y su gracia, continuó, «no valemos para mucho». Por eso, el fundador del Opus Dei «nos pide y nos repite que, fieles en el espíritu de Cristo a lo que hacemos en el trabajo cotidiano, seamos capaces de decir siempre ‘Abba Padre’». Y de «descubrir la necesidad que tenemos de Dios», aseveró.

El cardenal quiso, también, recordar al Papa Francisco, señalando que «junto al cuidado de lo creado, hemos de cuidar a la familia», la cual «necesita también la luz de Dios». La sociedad se desorienta «sin la luz de Dios», señaló el arzobispo de Madrid, «que hemos de proponer con el testimonio y ejemplo de alegría».

Finalmente, animó a todos a «dejar que el Señor se meta en nuestra vida». Y, también, a ser «como aquellas barcas del Evangelio» para echar las redes y recibir así a Jesucristo, «en quien san Josemaría se fió absolutamente y puso su vida junto a Él, en Él y desde Él».

Carlos González / Fotos: Álvaro García Fuentes @alvarogafu

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