Buenas noticias... desde Finlandia

El año pasado me despidieron de mi empleo. Aunque esto representaba una crisis para mi familia, nunca perdí la esperanza...

Con gran alegría comparto mi historia. Conocimos a san Josemaría hace unos años por un amigo que nos dejó el libro ‘Amigos de Dios’. Con mi marido solíamos leer juntos este libro y nos hemos enamorado de este santo y de sus enseñanzas. Hicimos investigaciones para saber más.

El año pasado (2015) me despidieron de mi empleo. Aunque esto representaba una crisis para mi familia, nunca perdí la esperanza. Cuanto más leía la página web de san Josemaría, más se fortalecía mi fe. Un día me encontré con la Novena del trabajo en un relato. Mi marido y yo rezamos dos Novenas completas. Visitamos Italia en diciembre, fuimos a la iglesia prelaticia del Opus Dei, y pudimos rezar ante las tumbas de san Josemaría y del beato Álvaro.

En enero de este año mi marido se topó con un antiguo amigo al que hacía como cinco años que no encontraba. En la conversación surgió la noticia de una organización en mi especialidad que contrataba nuevos empleados.

Rápidamente les envié el curriculum y me convocaron para una entrevista dos semanas más tarde. El 31 de enero me llamaron con la buena noticia de que me ofrecían el puesto. Estoy muy agradecida por la intercesión de san Josemaría y del beato Álvaro. Sigo pidiendo siempre que haga mi trabajo lo mejor que pueda, para mayor gloria de Dios.

F.E.M., Finlandia