La vocación de San Pablo

En este nuevo vídeo de la serie sobre San Pablo, el profesor Bernardo Estrada habla sobre la vocación a la que fue llamado el Apóstol.

"Dios, que me eligió desde el seno de mi madre y me llamó por su gracia, tuvo a bien revelarme a su Hijo para que yo lo anunciara a los gentiles" (Gal 1,15-16). 

En este marco impresionante de la basílica que recuerda la que construyó Constantino en el lugar del martirio de san Pablo, recordamos de modo especial su vocación. 

Al comienzo de la Carta a los Gálatas, Pablo dice que no recibió su vocación de los hombres ni por voluntad de los hombres, sino de Dios. La vocación del Apóstol, antes de ser llamado por Jesucristo, está totalmente inserta en la vida del judaísmo. De la tribu de Benjamín, fariseo entre los fariseos, observante de la Ley como ningún otro, circuncidado al octavo día... 

Cuando Pablo lleva a cabo su apostolado en todo el mundo entonces civilizado, habló de la llamada que el Señor le había dirigido, y de las enseñanzas que Jesús puso en su alma, que comparó con la doctrina de los "Doce" - como también llama a los apóstoles del Señor-. 

Pablo insiste especialmente en la fe que debemos tener en Jesús que nos salva. Por eso la vocación del Apóstol es una llamada a anunciar la salvación por Jesús. 


Vídeo publicado en 2008 con motivo del Año Paulino. El Año Paulino fue un jubileo convocado por el papa Benedicto XVI en conmemoración del bimilenario del nacimiento del apóstol Pablo de Tarso. Se celebró entre el 28 de junio de 2008 y el 29 de junio de 2009. Tuvo un marcado carácter ecuménico, según los deseos del pontífice.