Comprender, dialogar, querer
Más que en "dar", la caridad está en "comprender". —Por eso busca una excusa para tu prójimo —las hay siempre—, si tienes el deber de juzgar.
Ser contemplativos en medio del mundo
Persuadíos de que no resulta difícil convertir el trabajo en un diálogo de oración. Nada más ofrecérselo y poner manos a la obra, Dios ya escucha, ya alienta.
El hijo pródigo
Cuando aún estaba lejos, dice la Escritura, lo vio su padre, y enterneciéronsele las entrañas y corriendo a su encuentro, le echó los brazos al cuello y le dio mil besos. Estas son las palabras del libro sagrado: le dio mil besos, se lo comía a besos.
Bartimeo
Pero el pobre Bartimeo no les escuchaba, y aun continuaba con más fuerza: Hijo de David, ten compasión de mí. El Señor, que le oyó desde el principio, le dejó perseverar en su oración. Lo mismo que a ti.
Corpus Christi
Es la profundidad del amor del Señor, lo que le ha llevado a quedarse oculto bajo las especies sacramentales.
Para saborear el amor de Dios
Como le gustaba considerar a san Josemaría, todas las maravillas del mundo no son nada comparadas con Dios: "¿No seremos nosotros capaces de removernos ante ese inmenso amor de Dios tan mal correspondido por la humanidad?"
Semana Santa
La Semana Santa no puede reducirse a un mero recuerdo, ya que es la consideración del misterio de Jesucristo, que se prolonga en nuestras almas; el cristiano está obligado a ser otro Cristo, el mismo Cristo.
Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado
“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas”, dice la Escritura. Y san Josemaría invita a considerar: "Lo que se necesita para conseguir la felicidad, no es una vida cómoda, sino un corazón enamorado".
Evangelio del domingo: Corpus Christi
Comentario del Domingo del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo (ciclo C).
14 de septiembre: Exaltación de la Santa Cruz
Comentario de la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz. “Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Unigénito”. Cristo en la cruz es el triunfo de Dios Padre, es fuente de nuestra salvación, y energía para amar.