Gota a gota por los refugiados

Adela y Jose son venezolanos pero ahora viven en Pamplona con su hija Alexandra, que estudia Nutrición y Dietética en la Universidad de Navarra. Fue a través de ella como conocieron Tantaka, el Banco de Tiempo Solidario de la institución académica. Desde entonces han colaborado en distintas iniciativas, siempre muy relacionadas con la causa de los refugiados, que conocieron en profundidad gracias a AUNOM, la Agrupación Universitaria por Oriente Medio.

Más información El concierto solidario de Carlos Baute a favor de los refugiados sirios registró más de 800 espectadores y recaudó más de 10.000 euros (Universidad de Navarra)

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El curso pasado, para recaudar fondos, ayudaron a organizar desde Tantaka un concierto solidario en el Colegio Mayor Belagua, que fue un éxito. A través de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), con la que trabaja estrechamente Tantaka, fueron enviados a personas refugiadas sirias.

Tras la experiencia del curso pasado, Adela y Jose se ilusionaron con llevar esta iniciativa a otro nivel y pensaron en su compatriota Carlos Baute, artista reconocido internacionalmente.

A través de amigos y familiares consiguieron dar con él, que se mostró encantado de colaborar con la causa. Faltaba pensar en la forma de llevarlo a cabo: el lugar del concierto, el alojamiento del equipo, la difusión del evento…

Todo eso fue posible gracias a Obra Social La Caixa, el Ayuntamiento de Pamplona, el Hotel Muga de Beloso, las Bodegas Otazu, Navarra Capital y Cope Navarra, que fueron poniendo su granito de arena y consiguieron que este concierto fuese una realidad.

Durante el concierto, el pasado 19 de noviembre, el cantante recordó a los más de 11 millones de sirios que han huido de su hogar y se han refugiado en otras zonas menos peligrosas o en países vecinos. Siguiendo el espíritu de Tantaka, “gota a gota”, el dinero recaudado con las entradas de los más de 800 asistentes, se destinará a ayudar a esas personas a integrarse en los países de acogida.

Adela y Jose dicen haber disfrutado mucho con la experiencia, “si cada uno hacemos un poco para colaborar en una causa como esta, muchas otras personas se animarán a hacerlo también”. La iniciativa es una muestra de cómo con la pequeña ayuda de muchos, cada uno aportando lo que puede, se llegan a realizar cosas grandes. “Todo ha salido a base de voluntarios”, cuentan desde Tantaka y ACNUR, que seguirán colaborando para ayudar a los refugiados en origen y en Navarra, como llevan haciendo desde hace tiempo.