Cada periodo de vacaciones -mitad y fin de año- un grupo de jóvenes universitarios dedica unos días a un trabajo intenso en el que se colabora en el ancianato de San Rafael.
Pablo Villa, estudiante de la Negocios Internacionales y residente de Ingará, explica lo que se hace allí: “Esencialmente se brinda compañía a unos 150 abuelos que reciben ropa, medicamentos y alimentos que son recolectados con anterioridad. También realizamos tareas manuales, como arreglar desperfectos de las habitaciones, pintarlas y acondicionarlas mejor”.
Entre las actividades que se han realizado en los últimos años están:
- Restauración de un cielo raso
- Construcción de un sendero peatonal
- Pintura en general del comedor y los muros principales del ancianato
- Recolección de escombros
- Arreglo de barandas
- Recuperación de jardines
- Pintura de mesas, camas y sillas
- Labores de limpieza en general
- En el aspecto humano: Compañía y atención a los abuelos
- Organización de una celebración en cada oportunidad
- Recolección y entrega de ropa y medicinas
- Regalo de material de lectura espiritual y acompañamiento en la oración.
Los jóvenes que participan en esta actividad complementan la formación profesional y salen de su entorno para conocer un poco sobre los problemas sociales que se viven en el país. El hecho de que participen estudiantes de diferentes universidades y profesiones facilita la interacción en escenarios deportivos, culturales y sociales.