¡Cuánto sirve escuchar, ver y trabajar! Balance del Proyecto Social Universitario Nacional

El Proyecto desarrolló su labor en municipios de Cundinamarca como Chocontá, Villapinzón, Gachancipá, Tocancipá y Sesquilé.

De izquierda a derecha: Julio, Víctor, Ricardo, Juan Camilo, Carlos, Eliecer, Nicolás, Juan Miguel, Julio, Solal, Juan José, Aida, Pierrick, Padre Paco Martín

Un día, un señor en situación de discapacidad contó su historia: durante 52 años buscó la manera de tener una silla de ruedas y no lo había logrado. Luego, dos recicladores, enfermos, tenían una casa en muy mal estado. Con las lluvias persistentes, decenas de familias de la región, pasaban por malos momentos. En fin, el listado de necesidades aumentó con el pasar de los días.

Reparación de la casa de Eliecer y Julio Chocontá, Cundinamarca

Un grupo de estudiantes universitarios de diversas regiones del país pensaron en soluciones. Tenían la Semana Santa para actuar. “Esos 10 días pueden ser provechosos si podemos colaborar”. Así tomó cuerpo el Proyecto Social Universitario Nacional.

Comenzaron también con las gestiones acá y allá. La Orden de Malta les entregó recursos. Amigos contribuyeron con mercados. Otros, entregaron herramientas y unos más con sus oraciones. En Colombia es común el dicho: “manos a la obra” que indica el momento preciso para comenzar a trabajar.

Juan José, Juan Miguel con el , Beneficiario, Víctor Araque

Lo primero fue adecuar y ayudar con la reconstrucción de la casa de los dos hermanos recicladores y en situación de discapacidad. No tenían ni idea de construcción, pero encontraron quién sabía y les dijo cómo manejar una pala, cómo hacer las mezclas, cómo cargar los materiales y cómo disponerlos.

Fue un trabajo hecho con amor, responsabilidad y, desde luego, buen humor, porque a cada rato salían acontecimientos que iban desde el machucón, la sed, la caída por ahí, el raspón por allá.

Voluntarios U. Sabana; Carlos, Víctor, Nicolás y Pierrick L.

El Proyecto desarrolló su labor en municipios de Cundinamarca como Chocontá, Villapinzón, Gachancipá, Tocancipá y Sesquilé. A medida que hicieron su labor también aprendieron de historia, organizaron varias excursiones como las de conocer la laguna del Guatavita en Sesquilé donde los indígenas hacían sus rituales y nace la Leyenda del Dorado, cómo se hizo la represa de Tominé o hasta el significado de Gachancipá (en lengua Chibcha quiere decir alfarería del Zipa). Todo tipo de historias también se contaron en las fogatas y en las múltiples caminatas.

Trabajo con alegría y perseverancia.

En las reuniones en el Centro Sabana, en Chía, se planeó el trabajo, se coordinó cómo llevar las ayudas y se tuvieron charlas sobre administración, vida social y virtudes.

Señora del hogar geriátrico Sesquilé, Cundinamarca con Víctor.

Recorrieron veredas de esta región llevando mercados a las familias damnificadas por el invierno. Contaron con el apoyo de las casas curales, las administraciones municipales y la Policía Nacional.

Sintieron la emoción de don Jorge cuando recibió su primera silla de ruedas, vieron también cómo los hermanos Eliécer y Julio disfrutaron de su nueva casa.

Juan José pintando una fachada

Acompañaron en el Viacrucis a los 190 internos de la cárcel de Chocontá y ayudaron a las diversas celebraciones litúrgicas en las parroquias de la región en esos días.

“Todo esto nos llevó a conocer la cultura y las diversas tradiciones de la región. Aprendimos de administración, contabilidad, servicio social y sobre todo generosidad”, dijo uno de los voluntarios.

Algunos voluntarios entregan una silla de ruedas

El Proyecto Social Universitario es una iniciativa de jóvenes estudiantes inspirados en las enseñanzas de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, quien a lo largo de su vida motivó para que personas de distintas condiciones colaboran con otras de diferentes maneras siguiendo el ejemplo de Jesucristo.

“Cuando te cueste prestar un favor, un servicio a una persona, piensa que es hija de Dios, recuerda que el Señor nos mandó amarnos los unos a los otros. –Más aún: ahonda cotidianamente en este precepto evangélico; no te quedes en la superficie. Saca las consecuencias –bien fácil resulta–, y acomoda tu conducta de cada instante a esos requerimientos”, escribió San Josemaría. (Surco, 727)

El equipo de voluntarios antes de salir a una jornada de trabajo

Con optimismo y con trabajo, los jóvenes del Proyecto Social Universitario escuchan ahora, gestionan y se preparan, porque “desde luego que vamos por la segunda jornada”, del Proyecto Social Universitario Nacional.