Un establo para recibir a Jesús en pleno Valparaíso

Las alumnas del Colegio Albamar de Viña del Mar, con la ayuda de su capellán, se embarcaron en un proyecto ambicioso: construir un pesebre gigante que refleja el Nacimiento del Niño Jesús en la ciudad de Valparaíso.

En el siglo XV, en Nápoles, se elabora el primer nacimiento de barro. Desde hace cientos de años, los Nacimientos napolitanos tienen fama en todo el mundo por cómo recrean el entorno de Belén.

Para san Josemaría la Navidad era una época especialmente entrañable, en la que se esforzaba por imitar el ambiente que se respiraba, hace dos mil años, en el portal de Belén.

En casa de sus padres, como es costumbre en España, en el mes de diciembre se recreaba el Nacimiento con montañas de corcho o de cartón-piedra, el cielo con algún género azul con estrellas, se incluía un pozo con agua, muchas figuritas en torno al pesebre, etc. Hoy en día, los miembros del Opus Dei y quienes participan de sus apostolados, intentan seguir viviendo esta entrañable costumbre, según sus posibilidades, con el fin de revivir el auténtico sentido de la Navidad. Una muestra de ello es la iniciativa que sacaron adelante las alumnas del colegio Albamar de Viña del Mar para esta Navidad 2017.

Con la asesoría de su capellán, el sacerdote y arquitecto Daniel Concha, construyeron un pesebre de dos metros de largo, un metro de ancho y uno de altura, que muestra un Nacimiento que se inserta en la ciudad de Valparaíso, con la idea de “instalar este misterio en un lugar reconocible de la ciudad, pero siempre manteniendo lo urbano y sencillo”, explica el sacerdote.

En el siglo XIII san Francisco de Asís le pidió permiso al Papa Honorio III para escenificar el Nacimiento con figuras vivas.

El trabajo involucró a alumnas de II, III y IV Medio. “Al principio no entendíamos mucho. Cuando el capellán nos expuso la idea estábamos convencidas de que construiríamos un pesebre chico. Fue una sorpresa ver que nos hablaba de un proyecto de gran tamaño. Y ésta fue aún mayor cuando nos empezó a pasar un montón de cartones. Ahí nos preguntábamos cómo lo haríamos…”, cuenta María Jesús Doberti, una de las alumnas que participó en el proyecto.

“Hacer un pesebre de la ciudad de Valparaíso acerca el profundo sentido de la Navidad a la gente que vive acá y pone en primer plano el nacimiento de Cristo"

A medida que fueron pasando los días, el pesebre comenzó a tomar forma y a parecerse más a la famosa ciudad puerto: comenzaron a aparecer cursos de agua, luces, cerros, casas, escaleras, grafitis en las paredes…También llegaron figuras traídas directamente desde Italia, que donaron varias familias del colegio: “Con mucho cariño algunos apoderados trajeron 23 figuras en 7 cajas”, cuenta el padre Daniel Concha.

Jesús nace en medio de la ciudad

Para aquellos que participaron en su elaboración significó un gran crecimiento interior: “no hay mejor manera de prepararse para la Navidad que haciendo un pesebre y regalarle a Jesús la constancia y el esfuerzo del trabajo hecho por amor a Él”, cuenta María Jesús.

En el siglo XVI, con la llegada de los españoles a América, junto a los misioneros, llega también la tradición a nuestras tierras.

Para Catalina Aninat, la alumna encargada de hacer los grafitis, “hacer un pesebre de la ciudad de Valparaíso acerca el profundo sentido de la Navidad a la gente que vive acá y pone en primer plano el nacimiento de Cristo. En la Navidad no muchas personas ponen atención a este acontecimiento y este trabajo, sin duda, es un granito de arena para que recuperemos el verdadero sentido de esta fiesta cristiana”.

"Con este pesebre se buscó representar cómo Jesús nace en medio de lo propio. Jesús está en medio nuestro: en la ciudad, en la familia y en el trabajo diario"

El padre Daniel, rescata la idea de que esta iniciativa refleja, además, el espíritu del Opus Dei: “A san Josemaría le movía mucho la Navidad. Con este pesebre se buscó representar cómo Jesús nace en medio de lo propio. Jesús está en medio nuestro: en la ciudad, en la familia y en el trabajo diario”.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DEL PESEBRE