El Papa llama a los jóvenes a promover un cambio cultural

En un encuentro virtual el Papa Francisco se reunió con jóvenes empresarios y emprendedores de todo el mundo en busca de “construir otras formas de entender la economía y el progreso”. Una señal más de su anhelo de avanzar, todos juntos, hacia un cambio cultural.

Jóvenes economistas y emprendedores del mundo se reunieron durante tres días de encuentro virtual -durante el mes de noviembre- con el objeto de “construir otras formas de entender la economía y el progreso”.

El encuentro denominado “La Economía de Francisco” contó con la asistencia de varios chilenos, entre ellos el periodista José Tomás Hargous. Él cuenta:

“En principio, el Encuentro estaba programado para marzo de 2020 en Asís, pero por la pandemia se postergó y finalmente se realizó de manera virtual en noviembre. Un aspecto positivo de la pandemia es que nos permitió tener más tiempo para prepararnos: como comunidad en Chile–me tocó ser parte del equipo coordinador– pudimos realizar siete encuentros mensuales destinados a formarnos en la espiritualidad de San Francisco y en diversos temas atingentes a la economía, la empresa y el trabajo.

EL evento se llevó acabo entre el 19 y 21 de noviembre. Foto : https://francescoeconomy.org/

Todos estos meses de trabajo preparatorio fueron muy provechosos porque, además de la formación que recibimos, pudimos conocernos y compartir experiencias entre los que participaríamos. Los días del Encuentro quisimos que fueran especiales: algunos chilenos pudimos reunirnos para participar desde una casa de retiros de los salesianos en La Florida, por lo que pudimos vivir esos días muy conectados con el resto de los asistentes y no como si fueran unas reuniones más de las virtuales a las que nos hemos acostumbrado.

“La experiencia fue muy interesante, con varias líneas a trabajar para la humanización de la economía, que espero podamos ir concretando en Chile”. José Tomás Hargous.

Este encuentro, sin embargo, no fue el punto de llegada de un proceso de reflexión, sino una parada a mitad de camino para el encuentro presencial que se realizará el próximo año, si Dios quiere, en la ciudad del poverello de Asís. En ese sentido, esta versión virtual fue una buena instancia para ver los frutos concretos de todos estos meses de preparación, trabajo y estudio, y, al mismo tiempo, nos ayudó a calentar los motores para el encuentro presencial programado para el 2021.

Entre las líneas a trabajar para esta “humanización de la economía”, destacan la importancia de que la política y la economía estén al servicio del bien común; buscar un cambio cultural para pasar de la cultura del descarte a la cultura del encuentro y promover una economía al servicio de la persona, especialmente de los excluidos. A su juicio también fue muy valorado que se quiera poner el acento en la dignidad del trabajo; en la importancia de la maternidad y la igualdad entre hombres y mujeres dentro de la empresa; en una industria financiera al servicio de la persona; y en la sostenibilidad ambiental, social, espiritual y gerencial”.

El encuentro terminó con un Mensaje del Papa Francisco, invitando a que “cada uno desde el puesto en donde trabaja y decide puede hacer mucho” añadiendo que una vez que termine esta pandemia, lo peor que pueden hacer es “caer en un consumo febril y en nuevas formas de autoprotección egoísta”.

Propuestas para "una economía mejor"

El congreso “La economía de Francisco” concluyó con una Declaración final en que los participantes proponen algunas vías hacia “una economía mejor”.
Piden que las políticas de los gobiernos y la enseñanza en las escuelas de negocios den prioridad a “la salvaguarda de los bienes comunes”, especialmente los recursos naturales y el medio ambiente.
Contra la pobreza, proponen que se compartan entre todos los países las tecnologías más avanzadas y se promueva que todos puedan tener trabajo, junto con el respeto de los derechos humanos y laborales.
Piden que sean abolidos los paraísos fiscales y que las instituciones financieras multilaterales favorezcan las inversiones éticas y penalicen las especulativas.
Proponen todo eso, dicen, “sabiendo que es muy difícil y quizás muchos lo consideren utópico”. Pero se muestran convencidos de que se puede lograr que “lo que hoy parece imposible, mañana lo sea menos gracias a nuestro compromiso”.

Extracto de artículo "Dar un nuevo aliento a la economía", de Mario Ciampi, publicado por Aceprensa.