"San Josemaría es un pequeño del Evangelio, escuchó la Palabra y la guardó en su corazón”

Transcribimos las palabras que el Card. Mario Poli pronunció en homilía de la santa Misa que se realizó en la Catedral Metropolitana, con motivo de la celebración de la fiesta de san Josemaría.

Ustedes vinieron a celebrar la memoria de san Josemaría. Para mí Josemaría es un “pequeño del Evangelio”. Benedicto XVI en Verbum Dómini cuando habla sobre la palabra y la santidad dice que, ciertamente, no es una casualidad que las grandes espiritualidades que han marcado la historia de la Iglesia, hayan surgido de una explícita referencia a la Escritura. Y, entonces, surgen en el texto de Verbum Dómini -la Palabra del Señor-, en esta Exhortación Apostólica que recoge todas las orientaciones del sínodo sobre la Palabra -primer Sínodo dedicado en la Iglesia en 2000 años a la Palabra-, surge una galería de nombres, una pella de santos: San Antonio Abad, Basilio Magno, san Benito, San francisco de Asís, Santa Clara de Asís, santo Domingo de Guzmán, santa Teresa de Jesús, santa Teresa del Niño Jesús.

En un momento el Papa dice “cada santo es como un rayo de luz que sale de la palabra de Dios”. Esta galería de santos que encontraron en la Palabra la inspiración para su vida, las líneas de su espiritualidad, el sostenimiento de su fundación, la roca de su doctrina. “Cada santo es como un rayo de luz que sale de la palabra de Dios” y sigue nombrando, después de que termina entre los antiguos y medievales: san Ignacio de Loyola, san Juan Bosco, más moderno, Juan María Vianey, Pío de Pietrelcina y su ser instrumento de la misericordia divina, y también cita a san Josemaría Escrivá y su predicación sobre la llamada universal a la santidad. Luego, Teresa de Calcula, santa Teresa Benedicta de la Cruz -Edith Stein- y el beato Luis Stepinac, cardenal de Zagreb.

“San Josemaría y su predicación sobre la llamada universal a la santidad”. Entonces pensaba, imaginándomelo a san Josemaría en la lectura oyente de la Palabra. A los obispos, el Papa, en esta misma exhortación, nos dice: “déjense acunar por la palabra”, déjense acariciar por la Palabra de Dios. Y me lo imagino así, acunado por la Palabra, fuente de inspiración para su obra. Como decía la oración colecta, de aquí sacó la inspiración para la santificación universal de todos los fieles, ustedes. El camino que ustedes siguen en la Obra tiene que ver con este momento de inspiración bíblica. Por eso digo que es un pequeño del Evangelio, escuchó la Palabra y la guardó en su corazón.